Mi finde costroso
lunes, febrero 18, 2008
Ceci, Anita y yo nos conocimos en el colegio cuando teníamos 3 ó 4 años. Mucho ha llovido desde entonces, cada una lleva su camino, sus amigos y su carrera, pero los cerca de 17 años que hemos pasado juntas no nos los quita nadie.
Por temporadas nos vemos poco. Nuestros horarios son incompatibles (mi horario es incompatible con vivir, qué le vamos a hacer) y nuestros amigos, diferentes. Tenemos en común el grupo de amigos del colegio (mi familia fuera de mi familia, les quiero más que a mi vida), muchas ganas de fiesta y una amistad de esas que no se rompen así se quiera.
Está claro que en la universidad he conocido a gente que sé que me acompañará toda la vida, aunque sea de lejos. María, Javi, Javi pequeño, David, Carlos, Lemur, Esther, mi Chinica, Boo...muchas personas que sé que estarán ahí en las buenas, en las malas y en las peores. Pero mis amigos del colegio me han visto crecer, me conocen más que mi propia madre, han seguido mi evolución hasta la persona que soy hoy en día.
Los padres se Anita se fueron a pasar sábado y domingo a Madrid. Como viene siendo costumbre de unos meses atrás, Ceci y yo nos atrincheramos en casa de Anita con comida y alcohol para sobrevivir tres semanas. Junto con los dos grandes personajes que son Lidón y el Pem, hemos pasado uno de los mejores findes de costreo que recuerdo en mucho tiempo. Rodeados de humo, nos hemos reído hasta que nos ha dolido la tripa, hemos bebido Sandevid a manta y Brugal a mansalva, hemos comido como si fuéramos el doble y hemos hablado del pasado, del presente y del futuro.
Me hacía falta estas últimas minivacaciones antes de a vuelta al estrés y la rutina de las clases, una manera genial de decir adios a las mañanas de curro y las tardes libres, porque ahora toca bajar la cabeza e hincar codos, que aún me queda un examen y mucho curso por delante...
A mi Anita y a mi Ceci, que no leen esto porque no saben ni que existe, que las quiero más que a mi vida :)