Korova Milk Bar

Lo prometido es deuda: crónica de mi Nochevieja en Benamaurel

Empieza no con mi llegada a la casa, sino con la llegada de Luismi&Susana y Javi&Luis. Habían llamado para decir que adelantaban la fecha un día, y que 4 de las 10 personas llegarían el día 29 en vez de el 30. Sorpresa nº1: Los guardeses no les esperaban, a pesar de tener la casa reservada desde hace más de un mes. Sorpresa nº2: la casa grande que habíamos reservado nosotros estaca ocupada por 12 personas que la habían reservado en Octubre. No ví las caras de mis amig0s, pero me las imagino: o_O

Tras arduas negociaciones con la pareja de rumanos que guardan las casas, les dieron 'La Casa de Arriba', acondicionada para 8 personas. Faltaban dos camas...Montaron una supletoria pero no quedaban más. ¡Y esto no es nada! No había agua caliente, los radiadores no subían de 13 grados...la casa era como una enorme nevera. Más frío que un tonto pasaron esa noche los pobres.

Nos llamaron para avisar del frío, y ahí que llegamos los 6 restantes el día 30, con maletas cargadas de jerseys, calcetines gordos y mantas de lana que nos ayudarían a combatir el horrible frío granaíno. Todo era verdad, la casa era como un enorme cubito de hielo. En la acequia que la rodeaba había hasta témpanos, que lo digo tó y no digo ná si hacía frío o qué. Y además faltaba una cama. Eso era como Gran Hermano, todos durmiendo en comuna.

Hacia la noche, arrejuntados todos en unos sofás en los que apenas cabíamos, decidimos llamar al dueño y cantarle las cuarenta. Javi, muy diplomático él, le dijo de todo pero con sutileza extrema. Y llegaron las palabras que salvaron nuestra nochevieja: "Es que no hay ni un extintor en toda la casa. Yo creo que esto no tiene ni licencia". Y ahí al dueño se le cayó todo al suelo y dijo: "No os preocupéis, que eso se arregla económicamente". Total, que nos dijo que no hacía falta que le pagáramos el resto de la casa, pero que a cambio nos teníamos que volver el 1 en lugar del 2, como habíamos planeado.

¡Se nos pasaron todas las penas! Y la cosa empezó a arreglarse, porque ya había agua caliente, la casa se calentó, no hacía falta ir hecho una cebolla dentro, y además lo pasamos de puta madre: comimos una barbaridad, bebimos como cosacos, cantamos con el karaoke hasta quedarnos afónicos, montamos unos submarinos tremendos, y nos reímos hasta dolernos la barriga.

La mejor nochevieja de mi vida, sin duda alguna. Y nos salió por unos 70 euros por cabeza. Para todo lo demás, Mastercard xD